La obra de Daniel Monroy se presenta en la Galería TalCual

Una de las escenas más dramáticas de la película The day after tomorrow es la imagen de la catástrofe ambiental el forma de ciclón congelante que los astronautas ven desde la Estación Espacial Internacional. Los astronautas, que han sido arrojados al espacio en un cohete, tienen el privilegio y la angustia de ver la tierra ser destruida.

Al ser expulsados a la órbita, la tierra adquiere una dimensión real pero a la vez abstracta: saben que todos los seres humanos están a punto de morir en una catástrofe pero al mismo tiempo son completamente ajenos a ella. Sin embargo, lo que ven no es una pantalla. Es la realidad exterior de la tierra vista como cosa y no como imagen. Son espectadores en el vacío en el que la posibilidad de la representación se ha cancelado.

En esta exposición, Daniel Monroy nos muestra precisamente una forma dual de considerar las imágenes a partir de una doble consideración ¿Qué pasa cuando las imágenes que se podrían obtener a partir de una proyección son canceladas como imagen? La respuesta que se hace evidente en las obras es que esa imagen es expulsada a otro lugar y adquiere un soporte completamente diferente.

Un soporte que a la vez tiene una naturaleza dual: podemos percibirlo como objeto pero a la vez, dentro del él existe un registro. Así, unas bolas de diferentes tamaños hechas con cintas electromagnéticas (Espectador en el vacío) contienen un potencial de grabación que depende del tamaño de la bola relativo al tiempo de duración-extensión de la cinta.

La imagen grabada en cada una de las cintas es una luz blanca obtenida con el mayor grado de saturación de luz de la cámara. La imagen es cancelada en forma de luz y expulsada a la materialidad de la bola como duración en el espacio. Pero, a su vez, la potencia de la grabación de la luz en las bolas se transfiere a los leds de la obra Espectador en el vacío (subtítulos) como haz de luz en forma de frases de Guy Debord, Derek Jarman, Chris Marker y Isodore Isou que reflexionan sobre las posibilidades e imposibilidades de la producción de imágenes políticas-poéticas.

A su vez, todo esto está relacionado con las imágenes de cintas obtenidas con un escáner (trampa para miodesopsias 1-6) en la que el residuo de una acción es documentada por la luz de la máquina convirtiendo la imagen de la cinta en interioridad como potencia en la grabación pero también como exterioridad de una imagen como paisaje.

La obra de Monroy es un misterio en el sentido que esa palabra expresa lo oculto. El misterio no es aquello que no ha salido a la luz sino algo que al salir a la luz como fenómeno, mantiene algo oculto. Posiblemente es como la sensación que tienen los astronautas al ver la tierra desde el espacio. Saben que pertenecen a ella, la ven y la reconocen. Pero al mismo tiempo ya no hacen parte de ella.

Escrito por Daniel Montero.

Se presenta a partir del 3 de Febrero y permanecerá hasta el 25 de Abril del 2015 en la Galería TalCual ubicada en Praga #27 en la colonia Juárez.