Blanco Trópico es una isla paradisiaca a mitad del Atlántico; una metáfora que critica a la sofocante vida adulta que se enmaraña y complica al sumergirse en la decadencia de la sociedad en la etapa de globalización informática y tecnológica. El escritor Adrián Curiel Rivera libra la locura al purgar sus propios demonios en una novela que concibe como un ajuste de cuentas con la realidad.
El novelista y crítico literario mexicano Adrián Curiel Rivera presentará su nueva novela Blanco Trópico, en compañía de los escritores Gabriel Bernal Granados y Maruan Soto Antaki, el miércoles 19 de noviembre a las 19:00 horas en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
En entrevista para la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Adrián Curiel Rivera dijo que Blanco Trópico es fruto de una conjunción de motivaciones ontológicas, intertextuales y terapéuticas. “Es una novela amigable en el sentido de que trata acerca de problemas con los que todos podemos sentirnos identificados, pues obedece a un impulso creativo incontrolable que en determinado momento irrumpe en la monotonía cotidiana”, aseguró.
“A esa necesidad subyacen tanto un planteamiento sobre el significado profundo de la adultez a partir de las propias vivencias y de mucha literatura, como una inquietud estética de desarrollar ese asunto literario de forma original, sin caer en los consabidos realismos sucios o de denuncia”, compartió Curiel Rivera.
Por medio del humor, el escritor narra las desventuras, humillaciones y fracasos por los que atraviesa el protagonista de Blanco Trópico, el economista Juan Ramírez Gallardo, quien se instala con su familia en una isla tropical situada a mitad del océano Atlántico. Mientras su esposa, Marcia de Francisco, tiene éxito como bióloga, Juan enfrenta el desempleo y se ve sumergido en una neurosis al comprobar que cada uno de sus deseos se estrella de frente con la realidad.
“Juan Ramírez Gallardo lleva años escribiendo furtivamente un libro de cuentos, pero debe desempeñarse como economista. Cuando por fin consigue un puesto como académico, debe ir a competir a la selva con una inescrupulosa antropóloga social para convencer a los aborígenes de la conveniencia de un proyecto de desarrollo sustentable. Solo uno de ellos conservará el empleo”, explicó el auto.
Para Adrián Curiel Rivera, Blanco Trópico es una novela de desaprendizajesentimental en la cual no se presenta a un joven que supera dolorosos obstáculos hasta convertirse en un hombre, sino a un adulto, patético en ocasiones y enternecedor en otras, que pierde todos sus asideros vitales y se infantiliza, sin poder darse ese lujo de ninguna manera, al considerarse las responsabilidades que debe encarar.
Adrián Curiel Rivera (Ciudad de México, 1969) estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y se doctoró en filosofía y letras por la Universidad Autónoma de Madrid.
“Blanco Trópico constituye una ficción, no un mero trasunto de la realidad ni mucho menos una autobiografía. Su recepción inicial ha sido curiosa, pues ha generado apasionadas reacciones a favor y en contra”, refirió el entrevistado, quien invita a asomarse a Blanco Trópico, una novela amena y humanista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario