En la exposición Francisco I. Madero, entre imagen pública y acción política, 1901-1913, el rostro del líder revolucionario aparece en dibujos, caricaturas, periódicos, carteles, grabados, fotografías, pinturas, en innumerables representaciones que constituyen el germen de una iconografía revolucionaria que confronta dos posiciones en torno a dicho personaje.
La muestra que se presenta en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”, ya ha sido visitada por más de 70 mil personas, reconstruye la biografía de Madero a través de 470 piezas provenientes de colecciones públicas y privadas.
Con la curaduría de la historiadora Rosa Casanova, la exposición da cuenta de cómo se construyó la imagen pública —contradictoria y dinámica— y el proyecto del iniciador de la Revolución Mexicana. Y es que Madero supo aprovechar los dispositivos de comunicación a su alcance para construir, en pocos años, una presencia en todo el país.
Sin embargo, a partir de su triunfo en Ciudad Juárez, Chihuahua, sus opositores —de muy diversa procedencia— intensificaron sus ataques en la prensa particularmente a través de la imagen. La exposición recalca la manera en que dialogan los discursos de la fotografía, la caricatura, la pintura y el grabado, y las rutas que toman en el imaginario social, de tal forma que las obras interactúan a partir de la carga simbólica que las personas y el tiempo les han conferido.
Varias de las imágenes, especialmente fotografías y caricaturas, forman parte de nuestro bagaje visual, pero estamos habituados a verlas transformadas por la diferencia de escalas y soportes que poco conservan de su apariencia original, por lo que han perdido el nexo con la manera en que se miraron y se manipularon; también se verán ejemplos de arte académico y de cultura popular que recrean la figura de Madero.
Una de estas piezas es un tríptico de grandes dimensiones pintado por Francisco de Paula Mendoza (1867-1937), con el que el artista —“pintor de batallas”— da rostro al proyecto de reconciliación nacional maderista. Titulado Toma de Ciudad Juárez por Francisco I. Madero (1912), la obra da la bienvenida a los visitantes a la exposición, que permanecerá abierta hasta el 30 de abril.
Entre las revistas ilustradas, fotografías, grabados, propaganda política, carteles cinematográficos, bandos, manifiestos, documentos, libretas de apuntes, álbumes, medallas, trajes y otros objetos personales, destacan también una serie de caricaturas que reflejan la libertad de expresión de la que gozaron artistas de la época, y que les permitió plasmar en su obra la visión que tenían del gobierno maderista con un toque de humor.
Tal es el caso del célebre grabador José Guadalupe Posada, del caricaturista Ernesto García Cabral y del pintor José Clemente Orozco, quienes dieron vuelo a su creatividad y talento plástico con la realización de divertidas imágenes publicadas en revistas, periódicos y hojas volantes.
No podía faltar en la muestra el clásico fotomontaje denominando Estados Unidos Mexicanos. Francisco I. Madero. Apóstol de la democracia. Caudillo de la revolución triunfante (1911), con fotografía de R.Z. García y dibujo de Bernabé Castañeda, que resalta la figura presidencial del personaje.
“La exposición trasciende la óptica con que siempre se había visto a Madero, centrada en el trágico episodio de su muerte, como apunta el historiador Enrique Krauze: Está en la naturaleza trágica de los apóstoles que su calvario se conozca mejor que su obra, o que, en cierta forma, su calvario sea su obra. De ahí que la Decena Trágica constituya el episodio más conocido del maderismo”, citó Salvador Rueda Smithers, director del Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”.
El recorrido por la muestra se estructura en cuatro núcleos temáticos que comienzan con La formación de una imagen y una práctica, en donde se pone énfasis en los primeros encuentros de Madero con el poder y en sus reflexiones sobre la situación del país; la segunda parte, De rebeldes a revolucionarios, aborda el registro en la prensa de los eventos ocurridos en Ciudad Juárez y de la lucha revolucionaria; si bien, al principio se consigna en términos negativos, posteriormente, ante los triunfos obtenidos por los rebeldes, el lenguaje se modificó y se les empezó a citar como caudillos.
La tercera sección, El triunfo, destaca la llegada de Madero a la Ciudad de México el 7 de junio de 1911, frente a multitudes que paralizaron las calles para recibirlo. Obsequios, recuerdos, publicidad, postales y retratos conmemorativos acompañaron los meses de campaña hasta su llegada a la presidencia. Finalmente, Gobernar desde la guerra, es el último núcleo en el que se presentan los diarios y revistas que consignaron la lucha armada durante los 20 meses de gobierno maderista, que culminó con la Decena Trágica.
En las salas de exhibición también se proyectan dos videos que ofrecen un recorrido por los personajes y los hechos más relevantes ocurridos durante el periodo que cubre la exposición, de 1901 a 1913.
La muestra permanecerá hasta el 30 de abril en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”, Primera Sección del Bosque de Chapultepec. Abierto de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas, entrada general: 57 pesos, acceso gratuito a niños menores de 13 años y personas mayores de 60, pensionados y jubilados, personas con capacidades diferentes, maestros y estudiantes con credencial vigente, los domingos la entrada es gratuita a público nacional y extranjeros residentes en México.
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